A la hora de cuidar nuestra piel, hay una serie de cuidados fundamentales que nadie, nadie, nadie debería dejar de hacer. Independientemente de la edad, las características de la piel de cada persona y sus hábitos alimentarios y de sueño.
No es por moda o por superficialidad. La piel necesita que la cuidemos
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y está en permanente relación con los otros órganos, es a través de ella que nuestro cuerpo nos revela que algo no funciona bien. Se trata de un órgano vivo con capacidad de regenerarse, es impermeable, resistente y flexible, respira y se mantiene activo las 24 horas del día realizando todo tipo de acciones fundamentales para nuestro organismo.
Nos protege frente a infecciones, temperaturas extremas, golpes y quemaduras, sintetiza la vitamina D, imprescindible para la salud de los huesos y tejidos óseos, regula el metabolismo y la temperatura corporal, mediante su capacidad de evaporar el agua de nuestro organismo y gracias a ella tenemos sentido del tacto.
Los 5 errores más comunes
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- No desmaquillar o limpiar la piel antes de dormir: la piedra angular del cuidado facial. Muchas personas, la inmensa mayoría de hecho, no realizan ninguno de estos dos cuidados fundamentales. Limpiarse diariamente para evitar que los poros se obstruyan y la piel pueda respirar normalmente y eliminar impurezas, utilizar para el aseo jabones cremosos ayuda también a mantenerla nutrida. Porque la piel está limpia y oxigenada, evitamos su envejecimiento prematuro, ya que es por la noche se renuevan las células de la piel. Además si no nos desmaquillamos, se acentúan las arrugas, las líneas de expresión y las manchas. Previene el acné, las ojeras más marcadas… Cuando no quitamos el maquillaje de los ojos de forma correcta, podemos dar lugar a que la zona de la ojera vaya tomando poco a poco un color más oscuro. Otra parte que es importante desmaquillar son las pestañas ya que, si dejamos continuamente restos de máscara de pestañas, éstas se deshidratan, se vuelven más débiles y finas, se rompen y se caen.
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- No ponerse la crema solar necesaria: todo el mundo sabe que los rayos solares son peligrosos, especialmente desde hace años. Aún así casi nadie se protege adecuadamente de los mismo. Los rayos UVA, aplicados en exceso y sin el seguimiento de un especialista, envejecen las células de la piel, generan arrugas prematuras. Los UVB se cree que causan la mayoría de los cánceres de piel. Tomar las precauciones necesarias al exponerse al sol, utilizar protector solar y no pantalla solar, por lo menos de factor 15, aplicándolo media hora antes de exponerse y reiterando las aplicaciones cada 2 horas y después de meterse al agua.
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- No realizar un tratamiento de mascarilla + peeling una vez a la semana: “peeling” significa descamación o exfoliación y consiste en la utilización de sustancias químicas sobre la piel para renovar sus capas y poder así eliminar imperfecciones y favorecer un color uniforme. Por su parte, las mascarillas faciales son un producto cosmético que se emplea de manera puntual para complementar de forma sencilla el ritual de belleza diario.
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- No hacer higienes faciales: se recomienda una cada 3 o 4 meses en centros de belleza especializados, aunque los profesionales de dichos centros podrán orientarte sobre cómo cuidarte en casa.
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- No comer equilibradamente, no hacer nada de deporte, ni beber la suficiente agua al cabo del día: No necesitas hacer una maratón, ni beber dos litros si tu cuerpo no demanda esa cantidad, pero la hidratación es absolutamente fundamental para el buen funcionamiento no solo de la piel, también de los músculos, los órganos y el sistema nervioso.
Revisa el listado y comprueba si te faltan más de dos, porque sería un buen momento para replantearte el cuidado de tu piel.